La primera mitad de junio ha vuelto a traer un incremento de la volatilidad con nuevas correcciones. Los datos de inflación en Estados Unidos (8,6% interanual en mayo) y un nuevo confinamiento en China que, vuelve a amenazar a las cadenas de suministro, alimentan los miedos acerca de la economía global. Los inversores empiezan a preguntarse si la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) hace lo suficiente para evitar entrar en un escenario de estanflación (inflación elevada y crecimiento económico muy bajo). Con el inicio del QT (quantitative tightening), la FED empezará a vender activos de su balance, retirando parte de la liquidez que ha inyectado en el mercado durante los últimos 2 años.