MSCI Europe ISR vs MSCI Europe a 5 años
La inversión socialmente responsable (ISR) no es nueva, si bien ha tenido mucha más tradición en los países nórdicos; y en otros, como Francia, cada vez tiene más importancia. Uno de los grandes referentes es el fondo soberano noruego, que gestiona las ganancias generadas por la explotación del petróleo del país y suele marcar tendencias.
Hay varias formas de abordar la ISR. La más intuitiva y la primera en aplicarse fue la de criterios excluyentes, es decir, no invertir en compañías de ámbitos como el tabaco, el alcohol, las armas o las que hacen experimentación animal. En cuanto a países, se amplía en cuestiones como los derechos humanos.
Pero cada vez se ha ido profundizando más y se buscan las mejores prácticas siguiendo criterios ESG, según las iniciales en inglés de medio ambiente, responsabilidad social y gobierno corporativo.
En los mercados desarrollados, tanto de renta variable como de renta fija, hay una buena cobertura por parte de los analistas y una preocupación cada vez mayor por parte de las compañías de cumplir con los criterios ISR. Sin embargo, en los países emergentes es una asignatura pendiente, y lo mismo ocurre en compañías de pequeña capitalización. Este diferencial se debería cubrir en los próximos años, pero por el momento da un campo de elección menor a los gestores.
Con respecto a los resultados, invertir con este enfoque no debe ser considerado un potencial sacrificio de rentabilidad. Hay estudios que demuestran que en el largo plazo las compañías con buenos scorings ESG obtienen resultados por encima de la media en cuanto a rentabilidad y con menor volatilidad. Si nos fijamos en los resultados de algunos índices de ISR, se puede comprobar esta afirmación.