El mes de septiembre estuvo marcado por un cambio de tendencia en la política monetaria en Estados Unidos y por el anuncio de un plan de estímulo económico en China. Los bancos centrales volvieron a ocupar el centro de la escena, con la Reserva Federal de EE. UU. iniciando un nuevo ciclo de reducción de tipos de interés, haciendo un primer recorte contundente de 50 puntos básicos, situándolos al 5%. En Europa, el Banco Central Europeo continuó el ciclo de bajadas, rebajando la tasa de depósito en 25 puntos básicos por segunda vez en el año, hasta el 3,50%, y la tasa principal de refinanciación en 60 puntos básicos, hasta el 3,65%. Así pues, el panorama monetario marcaba un giro hacia políticas expansivas a escala global, con la previsión de nuevos recortes progresivos de cara a finales de año.
Aunque tradicionalmente septiembre ha sido un mes desfavorable para la renta variable, los mercados globales mantuvieron una tendencia alcista. Pese a algunas correcciones iniciales, la mayoría de los índices cerraron el mes en positivo. En Europa, el Euro Stoxx 50 subió un 0,86%, mientras que en EE. UU. el S&P 500 y el Nasdaq 100 avanzaron un 2,02% y un 2,48%, respectivamente. En Asia, los mercados registraron resultados mixtos. Los índices chinos destacaron positivamente, con el Hang Seng aumentando un 17,48% gracias a las medidas de reactivación económica impulsadas por el Gobierno chino. En contraste, el Nikkei japonés cayó un -1,88%.