Y mientras tanto China normaliza la política de covid 0
De forma repentina y en solo dos meses, China ha aflojado las políticas restrictivas sociales y de movilidad. Esta normalización está reactivando la movilidad en el país y previsiblemente veremos un repunte de la actividad económica; el consenso del mercado vuelve a prever crecimientos más alineados con la situación precovid (+5% anual).
Después de dos años en los que tanto la bolsa china como la de emergentes han sufrido caídas muy relevantes, en los últimos meses de 2022, así como el inicio de año, han reflejado un cambio de tendencia importante. Sin tener mucha certeza sobre el rendimiento de ambos activos a corto plazo, en horizontes más largos pensamos que la renta variable emergente debería ofrecer buenos rendimientos teniendo en cuenta los niveles de valoración actuales deprimidos (11x P/E previsión próximos 12 m), que contrastan con valoraciones más exigentes de mercados occidentales como el norteamericano (17x).
Después de un 2022 especialmente malo para la mayoría de activos, el 2023 ha comenzado con un tono más favorable. Si bien es cierto que, desde Gestión de Carteras, hemos reducido ligeramente los niveles de inversión en renta variable, por lo general seguimos invertidos. A pesar de los recientes repuntes, nuestro trabajo es menos difícil hoy que a principios de 2022, cuando la gran mayoría de activos estaban caros desde un punto de vista de valoración. A pesar de los buenos resultados de los últimos meses, muchos activos de renta fija ofrecen valor y tienen perspectivas de retorno favorables a medio plazo. Por su parte, la renta variable se ha abaratado después de las caídas de 2022, lo que provoca que, a la hora de construir carteras, tengamos unas perspectivas de retorno claramente mejores, con especial énfasis en aquellas carteras más conservadoras, mayoritariamente compuestas por activos de renta fija. A modo de ejemplo, en las carteras gestionadas por MoraBanc estamos sobreponderando activos como los bonos ligados a la inflación de corta duración, la renta variable emergente o las pequeñas compañías japonesas; son activos que cotizan a niveles deprimidos en un contexto histórico, pero pensamos que tienen buenas perspectivas de rendimiento a futuro.