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No tan buen año

2018-10-29

Para los que siguen tanto los mercados como las comedias románticas, tengo una interesante recomendación: la película Un buen año, del 2006, en la que Russell Crowe, un trader/inversor muy exitoso recibe en herencia un viñedo francés; al principio, quiere venderlo en seguida y volver a dedicarse a sus inversiones, pero acaba pasándolo pipa en la provincia francesa, se enamora de una chica, decide restaurar el château y —¡cómo no!— producir vino.

Pues, viendo el comportamiento de muchos fondos dentro de diferentes categorías, dudo que los gestores puedan hablar de «un buen año». Para la mayoría será más bien «un año para olvidar», en el que la gran excepción son los gestores de fondos growth y del sector tecnológico. O, por lo menos, así es la situación a cierre de septiembre: el S&P 500 acumula un 10,5% (con dividendos incluidos), y de este retorno, un 6,8% (o mejor dicho, 6,8 puntos porcentuales), o sea, casi dos tercios lo aporta el sector IT + Amazon + Netflix. O dicho de otra manera: sin estos valores, el S&P estaría, en lugar de +10,5%, a +3,7% YTD. Mientras que las tecnológicas han subido un 21% en el año, otros sectores se han quedado muy atrás: Industria está a +5% y los bancos, directamente, están planos. Invertir fuera del sector tecnológico resulta frustrante, incluso más frustrante que el año pasado, cuando IT + Amazon + Netflix contribuyeron con «tan solo un 41%» al 22% que registró el S&P. ¿Les suena familiar? ¿Quizás como lo que pasaba durante la burbuja puntocom, cuando en 1999 el S&P subió un 20% y el Nasdaq un 100%?

De hecho, hay pocas inversiones que puedan competir este año con Apple, Amazon y compañía: las empresas que fabrican cannabis medicinal (+29%), el petróleo (+24%), el Moex ruso (+22%), el Nikkei (+7%), el dólar (+6% en promedio). El bitcoin ha caído un 50%; el oro, la renta variable europea y emergente, las treasuries y la mayoría del crédito están en negativo, y la deuda alemana rinde cero. En este entorno, la diversificación, el concepto básico en gestión de activos, considerada la única barra libre en inversiones, sale muy cara. Diversificar y batir al benchmark (índice de referencia) al mismo tiempo resulta muy difícil. Es por eso que el año no está siendo tan bueno como para nuestro afortunado Russell Crowe.

Destacaría dos acontecimientos que todavía pueden afectar a la calidad de la añada 2018. Primero, la temporada de resultados que arranca ahora y nos podrá contestar a la pregunta de si las tecnológicas realmente gobiernan el mundo; y segundo, las elecciones mid-term en USA (el 6 de noviembre), que, en el caso de que los republicanos se apoderen de ambas cámaras, podrían provocar un efecto parecido al de la victoria de Trump hace dos años (un rally de los bancos y del value).

Este año, solo la marihuana y el petróleo lo han hecho mejor que el sector IT