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El management de Ibon Navarro, entrenador del MoraBanc Andorra

2019-05-21

Dirigir un equipo profesional de baloncesto no es fácil. Hay que gestionar egos, intereses individuales y canalizar el talento en beneficio del proyecto común. Ibon Navarro entrenador del MoraBanc nos explica su visión del liderazgo. Hablamos de baloncesto, sí, pero sus ideas se pueden adaptar al mundo de la empresa.

Conoce los intereses personales de tus jugadores.

“¿Qué interés personal tienes tú dentro de este equipo?”

Esta es una pregunta clave que Ibon Navarro, entrenador del BC MoraBanc Andorra hace a los jugadores en su primer contacto, lejos del clásico “¿Qué puedes aportar tú a la empresa?” que sonaría en cualquier entrevista de trabajo.

“Es muy importante para mí porque si tú consigues que un trabajador consiga sus propios objetivos, si le ayudas, estará centrado, satisfecho, y es probable que sume más al proyecto común”, explica Ibon.

El baloncesto está lleno de casos de jugadores que registran estadísticas personales extraordinarias en equipos que acaban perdiendo la categoría. Eso se detecta, y ese tipo de jugadores van perdiendo el interés de los hunters que prefieren fichar perfiles que, además de jugar bien, hagan jugar al equipo y mejoren a sus compañeros. Eso hay que hacérselo entender a los tuyos.

Forma un equipo equilibrado.

Todo equipo, juegue a lo que juegue, tiene roles, como los tiene cualquier empresa. Diferentes perfiles con caracteres y niveles profesionales que pueden chocar. Para una gestión humana y profesional fluida hay que equilibrar los perfiles y eso siempre según los objetivos que quieres conseguir.

Para el coach del MoraBanc “es evidente que no puedes poner a muchos gallos en un gallinero. En baloncesto si ya tienes dos jugadores que asumen mucho ataque y muchos puntos, quizá no te convenga tener más. Aunque puedas. Pero en nuestro caso, también depende de si juegas competiciones europeas. Entonces quizá necesites más. Según el caso, quizá te convenga tener 2 estrellas y 10 jugadores de nivel medio, o bien 4 estrellas y 8 jugadores de nivel más bajo.” Hay que buscar un equilibrio.

Contra los egos, datos y argumentos.

¿Cómo se gestionan los egos? Tarea clave en todo equipo, deportivo y empresarial.

Explica Ibon “la clave es argumentar y, hoy en día, el Big Data nos aporta mucha información para tomar decisiones y argumentarlas. Nos permite saber la influencia de un jugador. Le puedo demostrar que mete muchos puntos, por ejemplo, pero que al mismo tiempo el equipo pierde y juega peor. Con ese argumento contrastado le puedo pedir que cambie su juego, y si lo hace, le podré demostrar también cómo su cambio ha beneficiado al equipo. No es fácil, hay que dar a unos, quitar a otros y compensar para que el éxito colectivo les sume a todos individualmente.”

Eres el jefe. No mandes, convence.

La experiencia de Ibon Navarro incluye trabajar al lado de todo tipo de entrenadores. Ha visto maneras de liderar amables, neutras y dictatoriales.

Define su estilo como “democracia dirigida” con la colaboración de su equipo técnico. “Pensamos y analizamos los tres entrenadores y buscamos una manera de dirigir que sea efectiva y que sea cómoda para el equipo. Me gusta hablar con los jugadores, saber lo que piensan. Hay cosas no negociables que quedan claras desde un inicio, y otras que se pueden hablar. Es importante captar lo que te dicen tus jugadores, algunos te lo verbalizan, otros lo expresan con la cara, depende, pero ellos son los importantes, son los que juegan”.

Admite que, en la pista, grita. Sale el carácter, pero no se considera un “sargento”. “Al final lo importante es ser tu mismo. Si eres abierto, no quieras ser un dictador, y si eres una persona cerrada y estricta, pues así haz de actuar. Si cambias tu manera de ser al final te vas a traicionar a ti mismo, hay que ser natural y coherente.”

¿Disciplina? Lo importante es el respeto.

En el MoraBanc Andorra hay pocas reglas estrictas de disciplina, explica Navarro. Para el coach, lo importante es el respeto al grupo. “Ser un equipo organizado en la pista no es posible si no lo eres fuera. Cumplir los horarios, la vestimenta, el aspecto físico… tenemos un reglamento interno basado en el sentido común, no soy extravagante. Siempre se destaca el tema de los móviles. A mí no me molestan. Durante la comida, por ejemplo, no se puede hablar, pero se pueden tener en la mesa y eso a veces, después de comer o cenar, provoca que los jugadores interactúen más viendo vídeos o comentando cosas y alarguen la sobremesa juntos. Si los prohíbes, se levantan en cuanto pueden y se van a cada uno a su habitación.”

Las referencias.

Cuando le preguntamos por ejemplos, Ibon Navarro destaca a dos de los entrenadores con los que ha compartido equipo:

·  Sergio Scariolo.  «Lo controlaba todo. Tenía un equipo de 3 personas generando información y lo absorbía todo. No dábamos abasto y ampliamos el equipo. Seguimos sin dar abasto y generando aún más cosas. Y él, las aprovechaba todas. No es fácil tener esa capacidad.»

· Neven Spahija.  «Tenía el equipo con más talento en el que he estado: el Tau del 2007 que fue Campeón de Liga, de Supercopa y llegó a la Final Four y a la final de la Copa del Rey. Era un escudo contra la presión para sus jugadores, les preguntaba la opinión teniendo siempre una buena opción y gestionaba con más zanahoria que palo. De aquellos entrenadores que tienen un don.»