Perspectivas de mercado – Julio 2024

Desde principios de año, los mercados están en positivo. En Europa, el Euro Stoxx 50 acumula más de un 10% a mediados de julio, después de que en el mes de junio los principales índices en Europa cerraran con correcciones. En especial el CAC 40, que cedió un -6,42% frente a la inestabilidad política provocada por la convocatoria de elecciones en Francia tras los resultados de las elecciones europeas, en las que destacó el fuerte repunte del partido político liderado por Marine Le Pen «Rassemblement National». El resto de los índices europeos también cerraron negativos. En España, el IBEX 35 cedió un -3,34%, y el DAX alemán, un -1,42%. En cambio, al otro lado del Atlántico, los mercados acumulan rentabilidades muy positivas en lo que va de año, destacando el índice del sector tecnológico, Nasdaq Composite, que acumula casi un 25% de rentabilidades a mediados de julio.

Por otra parte, en el mes de junio, el Banco Central Europeo cumplió con las expectativas y rebajó por primera vez desde 2016 el tipo marginal de crédito y desde 2019 el tipo depósito. Rebajó 25 puntos básicos todos los tipos. El tono de la presidenta Christine Lagarde en la rueda de prensa posterior fue más duro, donde dejó claro que la rebaja de los tipos no implica que se inicie un cambio de política monetaria. Las decisiones posteriores se tomarán en función de la evolución de los datos. Adicionalmente a esto, se revisaron a la baja las previsiones de crecimiento al alza de la eurozona para 2024 hasta el 0,9%. Y, por el contrario, también revisaron al alza las previsiones sobre la inflación hasta el 2,5% para 2024 y 2,2% para 2025.

En cambio, la FED mantuvo la política monetaria inalterada, dejando los tipos de interés entre el 5,25% y el 5,5%, con pocos cambios en el comunicado, pero con nuevas proyecciones de tipos de interés que apuntan a solo 1 bajada de tipos este año (vs. 3 anterior), pero 4 bajadas para 2025 (cuando antes eran 3).

Macroeconomía y política monetaria

Se espera que la economía mundial se mantenga resiliente, con un crecimiento positivo en Estados Unidos y perspectivas de mejora para Europa y Japón. En China se espera que el crecimiento se mantenga moderado a pesar de más estímulos, mientras que el impulso en los mercados emergentes, excluyendo a China, sigue siendo positivo. Por otra parte, los principales bancos centrales parecen estar dispuestos a flexibilizar su política durante el segundo semestre.

Estados Unidos: Ayudado por los choques positivos de la oferta, la economía estadounidense ha logrado un grado notable de desinflación y un cierto reequilibrio del mercado laboral. Se espera que el crecimiento de la demanda se modere por el aumento paulatino de la tasa de ahorro entre medio y largo plazo.

A nivel de política monetaria, la FED se enfrenta a un compromiso entre el deseo de asegurarse de que la desinflación se ha completado con éxito y el riesgo de que se mantenga una política restrictiva durante demasiado tiempo y pueda provocar un aterrizaje duro. La mayor confianza en el proceso de desinflación y unos datos más moderados del mercado laboral abren la posibilidad a un recorte de tipos que se ha desplazado en el período julio-diciembre (se espera un recorte en septiembre). El crecimiento sólido apoya la idea de que no es necesario presionar los recortes de tipos.

Mercado laboral en EE. UU.

Fuente: Goldman Sachs Asset Management

Europa: Los signos de mejora (brotes verdes) en Europa son cada vez más visibles. Después de un crecimiento casi plano durante 6 trimestres, el PIB de la eurozona ha crecido un 0,3% en el primer trimestre, y el PMI y otras encuestas sugieren que el impulso del crecimiento mejorará aún más.

Fundamentalmente, el crecimiento viene impulsado por el crecimiento de los salarios reales, y para que este lleve a un consumo más fuerte, requiere que la tasa de ahorro se estabilice o disminuya. También se observa una ligera mejora del nuevo flujo de crédito.

Evolución PIB en la eurozona e indicador de sentimiento económico

Fuente: Goldman Sachs Asset Management

Perspectivas de mercado

En cuanto al mercado de renta variable, con un entorno resiliente en el que se espera que la desinflación continúe, unas expectativas de crecimiento de los beneficios empresariales y la expectativa de una política monetaria menos restrictiva hacen que el escenario para la renta variable sea constructivo.

En Estados Unidos se espera una ampliación del crecimiento de los beneficios, y esto debería apoyar una mejora en la amplitud del mercado más allá de las acciones de tecnología de gran capitalización. La temporada de resultados ha sido buena para el 1.º trimestre: el 79% de las empresas superaron un 8,1% de media de los beneficios por un mayor crecimiento de las ventas y un aumento moderado de los márgenes.

En Europa, el entorno también es favorable, con una mejora de los datos económicos, una desinflación que continúa y un BCE que debería recortar los tipos más que la FED. Una recuperación global del sector manufacturero puede ofrecer un soporte adicional. En Europa, las valoraciones relativamente bajas limitan los riesgos a la baja. Una mejora en la combinación crecimiento/inflación, además de recortes más rápidos de tipos del BCE, puede impulsar un mayor rendimiento de la eurozona.

Nuestro posicionamiento en renta variable es neutral, con una preferencia por las pequeñas compañías por su infravaloración.

En cuanto al activo de renta fija, nos mantenemos con una visión positiva a medio plazo, en un entorno de bajada de tipos que ha quedado un poco retrasada en el tiempo. A medio plazo, los tipos siguen atractivos teniendo en cuenta el contexto de estar en un entorno de finales de ciclo. Una combinación de perspectivas macroeconómicas positivas, unos bancos centrales relajando su política monetaria y unos niveles de diferenciales de crédito ajustados nos hacen estar neutrales en el crédito.

Tras los repuntes de las curvas, la renta fija gubernamental se ubica en niveles de entrada atractivos. Por este motivo mantenemos la recomendación positiva, con una duración media (3-5 años) en la deuda gubernamental. Para el Crédito IG, estamos positivos a corto plazo y neutrales a largo plazo. El carry sigue siendo atractivo para el IG. Para el High Yield, un entorno más favorable de crecimiento nos hace mantener una visión positiva a corto plazo, pero negativa a largo plazo, ya que unos tipos más altos durante más tiempo pueden penalizar a largo plazo a las empresas más endeudadas en las que los diferenciales de crédito en este tramo ya se han ajustado demasiado.

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